19.10.10

Cuentos para no dormir I



Con esta llegaba a tres,
o cuatro noches en vela.
Los remedios de la abuela
con leche tibia y jerez,
no funcionan esta vez
y ella sigue despierta,
esperando que a su puerta
toque su hombre soñado,
el príncipe que ha esperado
y que su boda sea cierta.


Él se ha dormido temprano
y no piensa en su futuro,
cree que es muy prematuro
que antes de llegar a anciano,
arrugarse y estar cano,
se interponga un matrimonio;
le teme mas que al demonio,
y al menos hasta el momento
solterito cuenta el cuento,
grita y da su testimonio.


Pero la vida es compleja,
y aunque él no se lo espera
llegará el fin de una era...
No hay nada que lo resguarde,
ahora es demasiado tarde,
y el destino es divertido:
manteniendo su apellido
duerme ella toda la noche,
pues él se marchó en su coche
y ella sigue sin marido.

12.10.10

Advertencia en exceso


Con tal de padecer dipsomanía
me pido otro escocés y voy sumando:
el himno fiel de Baco estoy cantando,
tristeza, furia, duda... hasta alegría.

Tan dulce es el beber día con día,
con musas calentonas ir jugando,
el bar de confesiones abre cuando
la ebriedad logra tal autonomía.

Milagro por los Dioses envidiado
la embriaguez tan loca y duradera,
no irse hasta que el bar haya cerrado,

pensar que un gran futuro nos espera
tan basto en licor, acompañado
de cuantos camaradas se requiera.


Y tan clara la letrera
indica en advertencia abominable
el exceso de licor no es saludable…!!